Iniciar una campaña de marketing digital sin un objetivo claro es como lanzar una flecha sin blanco. Muchas marcas invierten en redes sociales o anuncios pagados sin definir si buscan más visitas, más ventas, más seguidores o leads.
El primer paso siempre debe ser establecer un KPI (indicador clave de rendimiento): ¿Qué esperas conseguir? Aumentar el tráfico web, generar conversiones, posicionar tu marca. Cada objetivo requiere una estrategia distinta.
Sin claridad, es imposible medir resultados. Y lo que no se mide, no se mejora. Definir objetivos te permite optimizar recursos, ajustar campañas y, sobre todo, obtener resultados reales.